-Allí ariba todo es cielo.
-¿Todo cielo?
-No tienes alas. ¿Te cuesta imaginarlo verdad?
Él siempre había vivido oprimido por la gravedad. Siempre había soñado con ser una golondrina o un simple gorrión.
Sentir el viento acariciándole la cara, la fuerza de las alas elevándolo de las calles y edificios. Ver el mundo desde una prespectiva distinta.